Estos días he devorado este libro, pillé referencias en Actualidad Económica o Emprendedores (si, a veces compro algunas cosas que …) y me picó el gusanito. La verdad es que si antes de comprarlo hubiera visto los otros libros del mismo autor en esta misma colección es muy probable que no lo hubiera comprado, me habrían podido los prejuicios (ver una de libros y la flaqueza del viajante) pero hubo suerte y lo compre. Que pequeña maravilla. Me ha gustado mucho. Hay que decir que yo aún estoy del lado de los que no nos hemos aventurado a emprender y por tanto no puedo valorar lo acertado o desacertado de los comentarios de Fernando en base a la experiencia directa pero la verdad, como ocurre en muchos de estos libros, los principios o ideas expuestos resultan extrañamente «conocidos» son cosas que uno en realidad sabe o debería saber pero que o bien no recuerda o bien no quiere aceptar.El libro conjuga a través de la explicación de 14 Factores Clave para el Fracaso (FCF) muchas experiencias de una muy amplia colección de entrevistas a emprendedores junto con experiencias propias del autor. En todas las ocasiones valen más esas frases de los entrevistados que el mero enunciado del FCF. Son esas experiencias contadas en primera persona que te hacen reconocerte a ti mismo.
¿Con qué me quedo? Pues con cosas que uno ya sabe, que lo principal es la motivación o ilusión que un emprendedor motivado al máximo sale adelante ante cualquier contratiempo. ¿Qué he descubierto? Que la idea no es lo importante. Esto en cierta forma es chocante pero a la vez evidente partiendo de la motivación al máximo.
Todo el libro, no sólo sus 14 FCF se convierte en un checklist a tener en cuenta tanto por el que aún no ha dado el paso adelante, como por el que está empezando e incluso el que lleva ya un tiempo. No es que todo haya que seguirlo a pies juntillas, cada cosa hay que adaptarla a cada uno pero no será fácil encontrar una situación que no haya comentado Fernando en el libro.
Al final no sabes si es un libro para animar o desanimar al más pintado. Según el autor diría que para las 2 cosas: el que es emprendedor lo leerá y saldrá completamente decidido y el que no lo es se ahorrará un buen montón de disgustos.
¿Y yo que soy? ¡Anda! Pues me lo he leído y sigo sin saberlo. Según iba leyendo oscilaba de un lado a otro. Siento la ilusión, siento la necesidad de construir cosas, de crear cosas, necesito imperiosamente dar rienda suelta a un montón de energía contenida. Pero resulta que no necesariamente voy eso es ser emprendedor. A lo mejor soy sólo creativo. A lo mejor sencillamente necesito un cambio de trabajo, ir a un sitio donde pueda hacer todo eso (por un tiempo, siempre es sólo por un tiempo). Quizá el que no pueda hacerlo donde estoy ahora me haga sentir que necesito la libertad del emprendedor para hacerlo para dedicarme de lleno a lo que estoy convencido que hay que hacer, pero probablemente eso que quiero hacer necesite de la cobertura de un negocio ya montado para realizarse… ¿Me estoy echando atrás?
Vamos a dejar un poco de tiempo y coger perspectiva…. Ya hablaremos.
3 comentarios en “Ya me he leído «El libro negro del emprendedor»”