Encuentro en el estupendo libro El Talking Manager de Álvaro González-Alorda una relación de la antítesis del buen jefe y os dejo aquí algunas de las características que podrir tener a ver si os suenan:
- Evita conversar cara a cara con las personas de su equipo. Les dirige disparando e-mails desde la distancia como un francotirador.
- Cuando habla es para dar instrucciones.
- Hace más afirmaciones que preguntas.
- Cambia bruscamente de tema, revelando poco interés por quien hablaba o por lo que decía. – Es inflexible en sus posiciones.
- Esconde su inseguridad expresando sus puntos de vista de modo radical, utilizando palabras como «siempre», «nunca», «todo» o «nada».
- Maneja opiniones como si fuesen hechos.
- No habla claro. Prefiere «manejar la confusión».
- No comparte la información. La maneja para sus propios intereses.
- Ante un error, busca culpables.
- Corrige a los demás en público o copiando a otros por e-mail.
- Cuando tiene un conflicto con una persona de la que tenía una buena opinión, pasa a descalificarla completamente con frívolas afirmaciones carentes de objetividad.
- No trata a las personas que colaboran con él como su equipo, sino como sus subordinados.
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