Hoy se anuncia el cierre de Google Labs, y la noticia a volado como la pólvora por todo Internet, han aparecido miles de análisis de lo que esto significa, de en qué se está convirtiendo Google, etc. En particular me quedo con el de Scott Berkun: The end of Google, que a pesar del espectacular título (ideal para atraer tráfico) no vatician el fin de Google en sí, si no de un concepto de Google que tenemos o de un estilo de empresa que Google ha sido hasta ahora. Y en ese contexto, hablando de los ingenieros que están en la compañía concluye Scott con:
The question is whether the people working at the old company are the right ones to keep working at the new company formed by success of the old. And when the path for how ideas get out the door changes, for better or worse, all the wise creatives ask “where is it exactly that I’m working?” When that path gets too long, it’s time to go. Google, despite its size and success, still has a better path for ideas than most corporations in the world, but for anyone who has been there long enough, that might not be good enough.
Y es eso lo que os quería traer a la cabeza. Cuando las compañías crecen, se hacen mayores, cambian. Muchos de los que estuvieron allí en esos primeros años, en esos años de crecimiento, de repente se encuentran descolocados, les han cambiado la empresa en la que estaban. No es que estuvieran engañados, es que las cosas cambian. Y llegados a ese punto la cuestión no es si ellos son capaces de cambiar también, sino si quieren hacerlo, si ese cambio está alineado con su estrategia personal, con su visión de si mismo, de su carrera y de su proyecto.
Puede haber muchas sorpresas, no siempre agradables.