“Si quieres construir un barco, no empieces por buscar madera, ni por cortar tablas o distribuir el trabajo… primero has de evocar en los hombres el anhelo de mar libre y ancho” Antoine de Saint-Exupery
via Senior Manager
Si existe algún modelo de motivación real ese tiene que ser este que describe Saint-Exupery, si logras que tu equipo se apasione o sienta la imperiosa necesidad de realizar ese proyecto, realmente habrás conseguido acercar el proyecto al éxito como no lograras de ninguna otra forma.
Lamentablemente la inversa también es real, y desgraciadamente más fácil de conseguir. Logrando que tu equipo odie esos objetivos y esas metas, bien por las metas en si o bien por lo que significan para ti y tú para ellos, ya nada de lo que hagas servirá para enderezar le proyecto que probablemente se estrelle estrepitosamente en alguna fecha importante o se alargue indefinidamente en el tiempo sin forma de concluir en nada significativo.
Y lo complicado, lo más complicado es que tratando de lograr lo primero puedes provocar lo segundo. Si no aciertas en utilizar los mensajes que conecten los interruptores adecuados puede que estés justo tocando los que no son y enciendas el circuito del fracaso.
¿Es por eso tantas veces no tratamos de apasionar a nuestros equipos?
Es cierto, muchas personas creen que con tener el barco es suficiente, pero lo que no saben es que sin buenos marinos, el barco es inservible.
Saludos
SM
@seniormanager efectivamente, muchas gracias por la cita de Saint-Exupery. Es una «pasarela» ideal para la vuelta de septiembre y todo lo que nos espera en los próximos meses.
Pero… me atreveré con la primera opción y me esconderé 😉