el prepotente

Muchas veces el último responsable de una organización, al querer tener todos los cabos atados e intentar asegurar que todas las cosas salen según su plan, toma él todas las decisiones, dicta órdenes y espera que sus subordinados las ejecuten tal y como él las ha concebido. No deja margen de actuación. Pone mala cara cuando surge algún imprevisto o cuando las cosas no se pueden llevar a cabo como las había planificado. Esto no hace más que frustrar a su gente, que le rehuyen y acaban perdiendo interés en lo que hacen, ya que no pueden aportar ideas y no se sienten valorados. Se les reduce a meros ejecutores.

vía Toma de decisiones en equipo y arrogancia « Toma de Decisiones. Miguel Angel Ariño.

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