Incluso el más mínimo detalle, una palabra dentro o fuera de contexto, una mirada, un gesto o un comentario pueden debilitarnos y causar un efecto concreto en nuestra autoestima, en nuestro ánimo y en nuestra forma de comportarnos.
Incluso el más mínimo detalle, una palabra dentro o fuera de contexto, una mirada, un gesto o un comentario pueden debilitarnos y causar un efecto concreto en nuestra autoestima, en nuestro ánimo y en nuestra forma de comportarnos.